Tener la oportunidad de recibir una educación es un privilegio al que muchas personas no pueden acceder. Esta realidad limita, somete y conlleva una profunda discriminación económica y social.
 
Los proyectos de alfabetización y de calidad educativa se hacen especialmente necesarios en estos lugares ya que el conocimiento proporciona posibilidades, desarrollando autoconfianza e iniciativa, cualidades esenciales para el ser humano, además de suponer un aliciente inmenso para la comunidad.
 
De esta manera se ayuda a cada persona a ser ella misma, con sus rasgos particulares, y a que pongan en valor los saberes de sus pueblos, potencien su cultura, asegurando su propio futuro y el de sus comunidades.
 
Los proyectos relacionados con la formación de las personas ayudan a consolidar la propia identidad y la de los pueblos, creciendo y enriqueciéndose a la vez que se integran y comparten con el resto del mundo.